Vuelta de cuartos: Barça vs PSG: la oportunidad definitiva

La vuelta de los cuartos de final de la Champions League entre el Barcelona y el Paris Saint-Germain se presenta como la oportunidad definitiva tanto desde un punto de vista como partiendo del otro. Xavi Hernández, a quien le quedan dos meses y medio en el cargo si no cambia de opinión sobre su marcha de la Ciudad Condal, puede dar un golpe sobre la mesa del fútbol europeo si se planta en las semifinales y su amigo Luis Enrique tratará de demostrar que él sí es capaz de hacer llegar a los parisinos a las mayores cotas continentales, no como su homólogo Christophe Galtier en el pasado reciente.

No es que haya una rivalidad con Galtier, sino que su etapa al mando se debe tomar en perspectiva y en comparación con la del estratega español porque, hace una temporada, el PSG contaba con varias estrellas de renombre internacional y bastante edad -Leo Messi, Neymar, Sergio Ramos…- en su plantilla. Ahora, se cuenta con talentos de mucha mayor juventud que no por ello han dejado de mover mucho dinero en las arcas del Parque de los Príncipes, pero que han necesitado de un líder que les cohesione, que les enseñe a funcionar en los grandes escenarios y que les vaya guiando.

La cuestión del ADN

La cuestión del ADN del estilo de juego del Barcelona ha sido uno de los grandes alicientes en la previa. En sus ruedas de prensa, Xavi Hernández y Luis Enrique parecieron enfrentarse por determinar quién de los dos ha sido más el abanderado del estilo de juego de los azulgranas este siglo. Su sintonía es máxima: son amigos desde hace años y, en la previa del partido en el Parque de los Príncipes, se saludaron con un abrazo, así que el debate responde más bien a un entretenimiento de los aficionados por pensar en cuál de sus dos referentes es de mayor enjundia en su historia reciente.

Hay que tener en cuenta que uno bebió del otro. En la etapa en la que Luis Enrique fue entrenador del Barcelona, Xavi Hernández estaba en el centro del campo y, por tanto, era una suerte de extensión para él sobre el terreno de juego. Juntos, ganaron la Champions League de 2015, la que tanto se recuerda en el subconsciente colectivo ‘culé’, que echa de menos gestas como aquellas. Era el periodo de la MSN, del enfrentamiento con la BBC del Real Madrid y de las descaradas ruedas de prensa de ‘Lucho’, que no ha dejado de ser uno de los técnicos más seguidos cuando se expresa.

La realidad actual es que el Barcelona de Xavi es más fiel a los preceptos del ‘tiki-taka’ que el PSG de Luis Enrique, aunque esto es comprensible. El estratega que vive en Francia ha tenido que adaptarse a un equipo que se nutre mucho de la figura de Kylian Mbappé, quien, por cierto, no firmó una buena actuación en el encuentro de ida de estos cuartos de final. Con semejante arma en la punta de lanza, es comprensible que el cuerpo técnico no quiera dar demasiadas vueltas con su pizarra y opte por que la pelota le llegue en las mejores condiciones posibles a su estrella para que marque la diferencia.

Luis Enrique falló en la ida

Otro elemento importante de cara al partido de vuelta en Barcelona es que Luis Enrique falló con su apuesta táctica en la ida. Optó por situar a Marco Asensio, ex del Real Madrid, como delantero para tratar de sacar de su sitio a los defensas de Xavi Hernández. No era una mala consideración teniendo en cuenta cómo son los riesgos que toma el conjunto catalán cuando tiene la posesión de la pelota, momento en que su línea de atrás puebla el centro del campo y crecen las opciones de que, con una combinación rápida, sus rivales se planten a su espalda con un ‘sprint’ sin demasiado esfuerzo y con éxito.

No se puede atribuir, eso sí, toda la responsabilidad de la caída a la pizarra. Mbappé, de quien se esperaba mucho más en el primer cara a cara de esta eliminatoria, apenas se dejó ver. Es justamente por este tipo de citas por las que se tienen tan altas expectativas sobre él. Ya destacó en los octavos de final contra la Real Sociedad, a la que eliminó prácticamente él solo con un par de jugadas demenciales. Desafortunadamente para los ultras del PSG, que afrontaban el partido con mucha ilusión, su buque insignia no marcó diferencias ni goles, así que el Barça lo tuvo más fácil para imponer su victoria.

Que Xavi Hernández superara a Luis Enrique en la dirección de campo es un aspecto muy interesante porque implica, en cierto sentido, la primera gran victoria de su etapa al mando del Barcelona en un escenario de tanta exigencia como son los cuartos de final de la Champions League y frente a uno de los técnicos más exitosos del siglo. Si bien es cierto que no recabó ningún título con la Selección Española, se le podría atribuir parte de la Liga de las Naciones, en cuya fase de grupos participó aunque Luis de la Fuente, como su sustituto, estuvo al mando para ganar el trofeo en la ‘Final Four’.