fallece Sven Goran Eriksson

Sven-Goran Eriksson: el legado de un gran técnico

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Hector Nuñez

¿Quién soy? Pues según mi pasaporte, soy Héctor Núñez y según lo vivido, soy periodista y marketero.

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El mundo del fútbol perdió una de sus figuras más emblemáticas el 26 de agosto de 2024 con el fallecimiento de Sven-Göran Eriksson. Este técnico sueco, cuya carrera se extendió por más de cuatro décadas, no solo dejó una huella indeleble en el deporte, sino que también transformó la forma en que se entiende la gestión de equipos tanto a nivel de clubes como de selecciones nacionales.

Eriksson fue un pionero en llevar la influencia escandinava a las grandes ligas europeas, y su enfoque táctico y su capacidad para gestionar egos en vestuarios repletos de estrellas lo convirtieron en un referente a nivel mundial.

Eriksson será recordado no solo por su impresionante currículum de trofeos y éxitos, sino también por su capacidad para adaptarse y triunfar en contextos tan diversos como Suecia, Portugal, Italia, Inglaterra y China. Su estilo calmado y su meticulosa preparación lo llevaron a ser uno de los entrenadores más respetados y admirados de su generación. Además, fue el primer técnico extranjero en dirigir la selección de Inglaterra, una posición que asumió con valentía y donde, a pesar de las críticas, logró llevar al equipo a instancias decisivas.

El legado de Eriksson va más allá de los títulos; es un ejemplo de cómo la perseverancia, el conocimiento táctico y la capacidad de liderazgo pueden combinarse para alcanzar el éxito en el exigente mundo del fútbol profesional. Su influencia se extiende a los jugadores que dirigió, muchos de los cuales continuaron sus carreras como entrenadores, aplicando las lecciones aprendidas bajo su tutela.

La historia de Eriksson: una carrera de jugador humilde pero reconocida

La carrera de Sven-Göran Eriksson como jugador comenzó de manera modesta, pero su pasión y dedicación por el fútbol lo llevaron a convertirse en una figura respetada en el deporte. Eriksson hizo su debut a la edad de 16 años con el Torsby IF, un equipo de la cuarta división sueca.

Su desempeño en el campo le permitió dar el salto al SK Sifhälla después de mudarse a Säffle para estudiar economía. En 1972, se unió al KB Karlskoga FF, un equipo de la segunda división sueca, donde también trabajó como profesor de educación física en Örebro.

A lo largo de su carrera como jugador, Eriksson fue influenciado fuertemente por Tord Grip, su entrenador en Karlskoga, quien le inculcó un estilo de juego basado en la filosofía inglesa que Bob Houghton y Roy Hodgson habían introducido en Suecia. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos y su amor por el juego, Eriksson decidió retirarse en 1975, a la edad de 27 años, reconociendo que su sueño de convertirse en un futbolista profesional no se materializaría.

Con humildad, resumió su carrera como la de un defensor promedio, pero alguien que rara vez cometía errores. Esta humildad y autocrítica serían características que definirían también su carrera como entrenador. Sin triunfar internacionalmente, este jugador dejaría las botas para alzarse al banquillo.

La historia de Eriksson: más reconocido como técnico

Tras su retirada como jugador, Sven-Göran Eriksson dio un paso que cambiaría su vida para siempre: aceptar una oferta para convertirse en el asistente de Tord Grip en el Degerfors IF. Grip fue nombrado abandonó el banco, y Eriksson asumió el cargo de técnico de Degerfors. Eriksson demostró su capacidad para llevar a sus jugadores al siguiente nivel, logrando el ascenso del club a la segunda división sueca en 1978.

Este éxito atrajo la atención de clubes más grandes, y en 1979, el sueco fue nombrado entrenador del IFK Göteborg. Aunque inicialmente desconocido para muchos de los jugadores, su enfoque táctico pronto dio frutos. Bajo su dirección, Göteborg no solo mejoró sus resultados, sino que también ganó la Copa de Suecia por primera vez en su historia en 1979. En 1982, alcanzó su mayor éxito al llevar al equipo a ganar la Copa de la UEFA.

Su éxito en Suecia lo llevó a fichar por el Benfica en 1982, donde ganó dos Ligas y una Copa de Portugal, además de alcanzar la final de la Copa de la UEFA. Su carrera luego lo llevó a Italia, donde dirigió a equipos de la talla de la Roma, Fiorentina, y Lazio, ganando títulos nacionales e internacionales en un entorno competitivo y exigente.

Selección de Inglaterra y el éxito en Italia

Uno de los momentos más destacados de la carrera de Eriksson fue su nombramiento como entrenador de la selección de Inglaterra en 2001, convirtiéndose en el primer técnico extranjero en asumir ese cargo.

Durante su tiempo con el equipo inglés, Eriksson los llevó a los cuartos de final en tres torneos consecutivos: la Copa del Mundo de 2002, la Eurocopa 2004, y la Copa del Mundo de 2006. Aunque nunca logró llevar a Inglaterra más allá de esta fase, su impacto en el equipo fue significativo, transformando a Inglaterra en una fuerza competitiva en la escena internacional.

Antes de su tiempo con Inglaterra, Eriksson había alcanzado un éxito notable con la Lazio, donde ganó la Serie A, la Copa de Italia, la Supercopa de Italia y la Recopa de Europa. Estos logros consolidaron su reputación como uno de los entrenadores más exitosos de su época.

Años en China y últimos capítulos

Después de su tiempo en Inglaterra, Eriksson continuó su carrera en diversos clubes y selecciones, incluyendo México, Costa de Marfil, y una serie de clubes en China. En la Superliga China, dirigió equipos como el Guangzhou R&F y el Shanghai SIPG, llevando a ambos a clasificaciones históricas en la Liga de Campeones de la AFC.

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