Pumas vs Atlético San Luis

Pros y contras del nuevo Repechaje de la Liga MX

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Esta temporada, la Liga Mexicana estrenó un nuevo formato. Dejó atrás el Repechaje pasado para que aquellos equipos que quedaran entre la séptima y la décima plaza de la fase regular se enfrentaran en unas eliminatorias para determinar a dos integrantes más de la ruta por el título. Gracias a este modelo, Atlético San Luis, que protagonizó un gran arranque de campaña y sufrió una venida a menos en el tramo final, ha podido participar finalmente en la pelea por el trofeo porque no ha quedado eliminado de la postemporada, sino que ha traducido su presencia en la siguiente fase desde el séptimo lugar.

En paralelo, se premia la buena continuidad de los seis equipos que queden en mejor posición después de las 17 jornadas del campeonato. Las distancias siguen siendo cortas por lo igualado y divertido de la competición, pero conjuntos como Pumas, que ha hilvanado cierto colchón, aunque sea ligero, sobre sus competidores directos, han conseguido encontrar motivos de sobra para celebrar haber estado más acertados en las jornadas regulares. En el caso de estos ‘felinos’ -los otros son los de Tigres-, su renta fue de cinco puntos de ventaja sobre Atlético San Luis, el primero del nuevo formato.

Más importancia para la fase regular

Ahondando en un aspecto ya mencionado en la introducción, es importante analizar cómo el nuevo formato ha hecho más importante la fase regular, una situación de la que ya se han quejado los aficionados en el pasado. No era extraño ver a un equipo dibujar más de 10 jornadas de calidad, pero verse preso de una mala dinámica en los últimos meses y verse relegado al ya extinto Repechaje. Ahora, casos como este pueden solucionarse con una clasificación directa por haber quedado entre los seis primeros o con una posición privilegiada en caso de entrar en las eliminatorias recién creadas.

Pero ¿cómo se ve beneficiado el equipo en una mejor posición? El que queda más arriba de los que acceden al nuevo modelo de Repechaje, Atlético San Luis en esta temporada del Apertura, se ve las caras con el club que ha quedado inmediatamente por debajo, León este año, así que, en principio, reta a un contrincante de menor nivel. Esto es siempre relativo. Esta temporada, sin ir más lejos, ambos conjuntos acabaron su periodo previo a las eliminatorias con los mismos puntos, 23, pero los rojiblancos tenían un mejor diferencial de goles (en concreto, de +5) y permanecieron por delante.

Una vez este primer partido entre el séptimo y el octavo ha tenido lugar, el perdedor se mide al ganador del duelo entre el noveno y el décimo. Así, se premia su continuidad en la fase regular con una segunda oportunidad en caso de caer ante su primer contendiente. También se da un aspecto negativo a acabar la campaña un escalón o dos por debajo. Así, por mucho que Santos o Mazatlán ganaran su primer compromiso previo a las eliminatorias, eran conscientes de que iban a tener que enfrentarse al perdedor de la ‘pool’ superior. Por eso, en esta edición del campeonato, hubo un León-Santos Laguna.

Menos emoción para las Etapas Finales

Aunque se trataba de un sistema quizá menos justo con los equipos que habían quedado en una mejor posición en la fase regular del campeonato, el modelo previo concentraba bastante más emoción al reunir a ocho equipos distintos en unas eliminatorias imperdibles. Ahora, se ha acercado más el formato a los deportes de Estados Unidos, donde se suele recurrir a esta forma de determinar a los últimos integrantes de sus ‘play offs’. En la NBA o en el béisbol, se suele decir que los clubes que han accedido de esta forma se han hecho con una ‘wild card’. El término busca excitar a los aficionados.

En México, esta especie de paso previo a las Etapas Finales ha acabado premiando a las plantillas más meritorias en la fase regular. Atlético San Luis y León acabaron pasando a los cuartos de final por el título de campeón, de modo que encontraron la recompensa en su buen ritmo en lo regular. El principal obsequio deportivo está en disputar estos encuentros como locales. El apoyo del público siempre es un aliciente clave y puede marcar la diferencia entre un evento descafeinado o uno en el que los gritos de los hinchas lanzan a los anfitriones a hacerse con una victoria épica o tardía.

Además, al dejar fuera de la ecuación al undécimo y al duodécimo de la clasificación, pierde cierto atractivo la pelea por estos puestos de la tabla, así que el cisma entre la zona media y la zona baja de la tabla se hace aún más profundo. El final de la temporada habría sido de infarto entre Pachuca, Toluca, Xolos de Tijuana, Querétaro, Juárez y Cruz Azul, pero la mayoría no tenían ya opciones matemáticas de quedar entre los diez primeros, de modo que Atlas y Necaxa ya habían extinguido sus alternativas para pugnar por el campeonato antes de la jornada final, que podría haber sido espectacular.

Mayor acercamiento al público estadounidense

Hay que tener en cuenta que el cambio de formato, desde un punto de vista estratégico, también puede buscar un acercamiento al público estadounidense, que, al fin y al cabo, está más acostumbrado a este modelo. Con lo habitual que es en el fútbol americano, el hockey o la ya mencionada NBA, además del también enunciado béisbol, es más práctico para los espectadores estadounidenses seguir la Liga Mexicana si van a comprenderla más ágilmente. Antes, debían consultar primero por qué los clasificados entre la quinta y la duodécima plaza iban a unas eliminatorias desconocidas para ellos.

La Copa de Ligas ya puso en común la MLS con la Liga MX y hay que recordar que ya ha habido amagos e intentos de fusión de estos dos campeonatos en el pasado. La evolución del campeonato estadounidense, de hecho, podría suponer una amenaza para el Mexicano si no se buscan fórmulas alternativas a esta, que ha convivido con una explosión de contenido y de visualizaciones en las redes sociales de la Major League Soccer, bendecida por el fichaje de Leo Messi por el Inter Miami. El producto mexicano puede ser más atractivo por su gran igualdad, pero es preciso venderlo bien al público.

Por coincidencia de horarios, además, el contenido de las ligas mexicanas puede ser compatible con los productos estadounidenses. Esta sinergia le vendría de perlas a la Liga MX para mantener su público en Latinoamérica, pero potenciando un mercado en el que hay infinidad de posibilidades. Véase el acuerdo que ha alcanzado Apple TV con la MLS para ofrecer sus partidos y contenido exclusivo de los mismos. El consenso ha dado una gran imagen a la competición y bastante potencia en las redes sociales, donde vídeos de goles y jugadas destacadas están actualizados y a fácil acceso.

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