‘Piojo’ Herrera, el último entrenador mexicano que se hizo cargo del ‘Tri’
Jaime Lozano se ha convertido en el trigésimo primer entrenador mexicano en hacerse cargo del Tri, ya sea de forma interina, como de momento está el actual seleccionador, o bien de forma oficial, con contrato fijo.
El entrenador que va a intentar llevar a México a la consecución de una nueva Copa Oro sustituye en el cargo al argentino Diego Cocca y se convierte en el primer entrenador mexicano de la Selección Mexicano desde la marcha de Miguel Herrera, que abandonó el banquillo del Tri en 2015.
8 años en los que el banquillo de la Selección Mexicana ha estado al cargo del colombiano Juan Carlos Osorio, además del también cafetero Luis Pompilio Páez, y de los argentinos Gerardo el ‘Tata’ Martino y Diego Cocca, quien ha dejado el cargo tras el tercer puesto de la Liga de las Naciones de la CONCACAF.
El ‘Piojo’ Herrera, el último mexicanoque dirigió al “Tri” en un mundial
Miguel Herrera, actual entrenador de Tijuana desde el 10 de febrero de este mismo año, había sido el último entrenador mexicano en hacerse cargo de la Selección Mexicana hasta la llegada, de forma interina, de Jimmy Lozano.
El ‘Piojo’ ha sido el penúltimo entrenador en llevar a México a lo más alto en una competición internacional. Cogió el banquillo después de una etapa de 2 años de José Manuel de la Torre y tras 2 partidos en los que Vucetich se hizo cargo del Tri, en 2013.
Fue nombrado, en un principio, como director técnico interino de la Selección Mexicana, para los partidos de la repesca mundialista contra la Selección de Nueva Zelanda. Dicho repechaje lo ganó por un total de 9-3, lo que clasificó a la Selección Mexicana al Mundial de Brasil 2014. Una vez terminó su papel en León, tras el Apertura de 2013, fue declarado oficialmente como técnico del Tri.
Con un estilo que recuerda a la etapa de La Volpe, quiso potenciar la defensa con un esquema de cinco defensas, 3 centrocampistas y 2 delanteros. Su falta de autocrítica le hizo granjearse algunas críticas, tanto de la propia Federación como de los medios de comunicación y de la afición mexicana.
Su mandato comenzó el 18 de octubre de 2013, tras una crisis, otra más, en el banquillo de México. Después de clasificarse para el Mundial de 2014, el de Brasil, cayó eliminado precisamente allí en octavos de final, ante una Holanda, por aquel entonces, que acabó con el sueño del Tri en un nuevo Mundial.
Herrera no acabó satisfecho en Brasil. De hecho, el técnico de la Selección Mexicana se quejó de que la FIFA designase al portugués Pedro Proença como el colegiado del encuentro ante Países Bajos, pues tanto el árbitro como el rival son europeos.
“En los 4 partidos que jugamos en Brasil, en 3 tuvimos a árbitros desastrosos. Robben se tiró tres ‘clavados’ y claro, al tercero fue la vencida”, lamentó el entonces seleccionador del Tri, nada más caer eliminado en los octavos de final. “Nosotros nos vamos a México y espero que este árbitro se vaya también para su casa. Solo así, los que tienen que juzgarle demostrarán que hacen bien su trabajo”, añadió.
Clasificar a México para los cruces en el Mundial de Brasil fue suficiente para que la Federación Mexicana, que en principio solo le había contratado para el repechaje, le diese total libertad para intentar clasificar al Tri a la siguiente cita mundialista, la que se disputaría en Rusia 2018.
Con su estilo enérgico y su pasión desbordante, Herrera logró motivar a los jugadores y recuperar la confianza del equipo. Su táctica agresiva y su enfoque directo dieron como resultado una mejora notable en el rendimiento del equipo. La selección mexicana obtuvo importantes victorias en el repechaje contra Nueva Zelanda y aseguró su boleto para el Mundial.
Durante el torneo en Brasil, la influencia de Miguel Herrera fue evidente en cada partido. Su carisma y fervor en la línea de banda se volvieron icónicos.
Además de su éxito en la Copa del Mundo, Herrera guio al equipo mexicano a la victoria en la Copa Oro de la CONCACAF en 2015, consolidando aún más su legado en el fútbol mexicano. Su habilidad para motivar a los jugadores, su enfoque táctico y su pasión inquebrantable por el juego se reflejaron en el desempeño del equipo en el terreno de juego.
Sin embargo, el camino de Herrera al frente de la Selección Mexicana también estuvo marcado por controversias y momentos difíciles. Su temperamento explosivo y sus polémicas declaraciones a veces lo pusieron en el centro de la atención mediática. A pesar de esto, su compromiso y dedicación hacia el equipo nunca estuvieron en duda, y siempre mostró una determinación feroz para alcanzar el éxito.
El 28 de julio de 2015, en plena clasificación para la cita mundialista, Miguel Herrera tuvo un altercado con un comentarista de televisión en un aeropuerto. Fue la mecha que prendió su despido por parte de la Federación Mexicana.
“He tomado la decisión de separar de la dirección técnica de la Selección nacional a Miguel Herrera. No es una decisión sencilla, es una decisión compleja. La Selección Nacional debe ser un ejemplo para las generaciones y lo ocurrido no demuestra el respeto”, dijo por aquel entonces Decio de María, presidente de la Federación Mexicana de Fútbol.
Miguel Herrera dejó de ser Técnico de la Selección Nacional de México: http://t.co/N0teRPf2K1
— Selección Nacional (@miseleccionmx) July 28, 2015
Aunque su tiempo al mando de la Selección Mexicana fue breve, el impacto de Miguel Herrera fue duradero. Su estilo de juego ofensivo y su capacidad para motivar a los jugadores le ganaron el respeto de la afición y de los futbolistas. A pesar de su personalidad controvertida, su amor y dedicación por la camiseta nacional nunca estuvieron en duda.
Después de su etapa con la selección, Herrera continuó su carrera en los clubes mexicanos y en el extranjero, pero su legado en el fútbol mexicano siempre estará ligado a su tiempo como entrenador de la Selección Mexicana. Miguel Herrera dejó una huella imborrable como un técnico apasionado y carismático que revitalizó a un equipo nacional en tiempos difíciles, y su contribución al fútbol mexicano siempre será recordada.