Argentina vs Ecuador

Argentina, el fútbol te lo debía

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Tras la conquista de la Copa del Mundo por parte de la Selección Argentina, conviene hacer un análisis del camino de los de Lionel Scaloni rumbo a la gloria. La mística de Leo Messi, el apoyo a la ‘Scaloneta’… son muchos los factores que han acompañado al equipo rumbo a una final resuelta en tanda de penaltis contra toda una Francia, de las selecciones más peligrosas del planeta.

Por la Historia del 10

Por el ‘10’ y para el ‘10’. La Copa del Mundo tenía que estar en las vitrinas de Leo Messi. El rosarino lleva toda su vida buscando este galardón, que siempre se ha usado como argumento para señalar que nunca llegó a ser lo que fue Diego Armando Maradona. Ahora, se acabó el debate. Habrá quien prefiera al ‘Pelusa’, pero la ‘Pulga’ puede retirarse tranquila.

 

Ella es uno de los principales motivos por los que la tercera estrella es una realidad. Llevó a cabo un torneo sublime. Inspirado desde el principio, si bien estuvo desaparecido contra Arabia Saudí, Scaloni pudo recurrir a él siempre para poner en peligro a las defensas contrarias, que bastaban de un control de pelota suyo en la frontal para alterarse y abrir huecos a sus espaldas.

 

Lo que más llama la atención del gran rendimiento de Messi en Catar es que no solo no varió durante las eliminatorias, sino que fue a más. Sobresaliente ante Países Bajos, diferencial en la final con Francia… el ex del Barcelona desplegó su maletín de recursos más completo: regate, asistencia, gol, posicionamiento en el área contraria… Es un futbolista total.

Por la ‘Scaloneta’

Ya no se dice ni se recuerda, pero hubo un momento en que aquello de la ‘Scaloneta’ era tan solo una mofa hacia el seleccionador de Argentina. Inexperto, tomó las riendas del equipo de forma interina, sin planes a largo plazo, pero dio forma a una manera de entender el fútbol que ha devuelto la gloria al pueblo que representa. Armó un equipo en torno a Messi y el fútbol le dio las gracias.

 

Con un perfil humilde y bajo, el estratega hizo lo que tenía que hacer. Se privó de ruidos en la prensa, de ponerse él bajo los focos y se centró en pronunciarse de manera sencilla ante los medios a la espera de que sus futbolistas hicieran el resto en el campo. Confió en veteranos, hizo valientes a los jóvenes y, ahora, es campeón del mundo.

 

Este último aspecto es importante: hay quien cree que Scaloni apenas se atrevió en ciertos momentos, pero no es cierto. El paso adelante de figuras como Enzo Fernández es la prueba. El joven del Benfica comenzó el campeonato como suplente, pero convenció a su técnico, que no tuvo problema alguno en darle entrada desde el inicio en todas las eliminatorias.

Para el pueblo

Los jugadores y el entrenador son los más protagonistas de todo este relato, sí, pero también cabe una mención especial al pueblo argentino. No hay país o, al menos, no parece que lo haya, con tanto sentir balompédico en todo el planeta. El apoyo y los festejos de la tierra del Diego coparon las noticias del Mundial de principio a fin con cánticos y loas a sus representantes.

 

El “muchachos” y otros cánticos se han convertido en historia del campeonato. Scaloni y compañía hasta los entonan ellos mismos para motivarse de cara a los partidos. Bueno, en realidad, los entonaban, pues ya no es necesario. Ahora, pueden unirse a sus aficionados para gritar todos juntos en señal de júbilo por el trabajo bien hecho.

 

La victoria de Argentina es incluso universal. No solo hubo inundación en las calles en la tierra patria, sino también en miles de localidades con alta presencia de argentinos. Málaga, ciudad del sur de España, es un gran ejemplo. El centro de su ciudad acabó repleto de aficionados que, si bien sienten España como hogar, vibraron con el triunfo de su Selección.

Por la épica

Toda historia de un triunfo en un Mundial es épica, sí, pero pocas lo son como una que figure con Argentina como campeona. Por lo antes mencionado, la historia de los ‘10’ y la de la afición del combinado nacional, que el relato se situara en un escenario en el que los de Scaloni se llevaran el gato al agua en la tanda de penaltis es otro aspecto de lo más atractivo del campeonato.

 

Podría haberse terminado todo en el tiempo reglamentario. Mbappé no quiso. El ‘crack’ del PSG apareció de penalti y con una volea de manual para forzar la prórroga, en la que Messi y él se ‘picaron’ por ser el futbolista más determinante no solo del día, sino del torneo. Al final, tocó acudir a los lanzamientos desde los once metros, que ensalzaron la figura del ‘Dibu’ Martínez.

 

Es por eso que llama mucho la atención cómo este duelo, que pudo terminar con un triunfo normal, de 90 o alrededor de 90 minutos, tuvo que esperar a un 3-3 de lo más atractivo, a una prolongación y a la tensión de los penaltis. Incluso los menos aficionados al fútbol habrán disfrutado visualizando uno de los mayores eventos deportivos de lo que va de siglo.

¿Por justicia divina?

Quizá se pueda decir hasta que es justo que Argentina se llevara el título. ¿Por qué? Es bien simple: a Leo Messi y una camada de veteranos de la quinta de Ángel di María podrían no quedarle más Mundiales que disputar. En Francia, en cambio, el principal exponente, Kylian Mbappé, tiene casi toda su carrera por delante y peleará de nuevo por este honor.

Pero no se trata solo de él. Deschamps, en su expedición, ha contado con jugadores muy jóvenes como Aurélien Tchouaméni o Eduardo Camavinga, que, igual que su compatriota del PSG, ven delante de sí muchas temporada en las que pelear por lo máximo. Quizás era lo mejor que el destino les reservara una oportunidad más adelante y le concediera esta a Messi.

2026 será otra historia y llegará con una Francia mucho más madura, pero igual de peligrosa. También se espera mucho de Alemania, que confía en Hansi Flick, al menos de momento; de Bélgica, que ha de renovarse, y de España, cuyos representantes menos experimentados, como Pedri o Gavi, podrían comparecer en la cita con talla de ‘crack’ mundiales consagrados.

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