Warriors vs Thunder: ¿Crisis en los campeones de OKC?

Los Golden State Warriors, en la probable última oportunidad de Stephen Curry de luchar por un nuevo anillo, y unos Oklahoma City Thunder que han entrado en crisis en las últimas semanas se enfrentan en el inicio de un 2026 que puede marcar el proyecto de ambos, ya sea con traspasos o con la consolidación de los campeones.

Los Warriors necesitan cambios

La temporada 2025-26 de los Golden State Warriors se presenta no como una campaña más, sino como el capítulo definitivo del legado de Stephen Curry. Con el líder de la franquicia cumpliendo 38 años, la gerencia se enfrenta a una encrucijada existencial: exprimir las últimas gotas de su ventana de campeonato o resignarse a una transición competitiva. La respuesta, casi unánimemente, apunta a la urgencia de competir, lo que hace que los traspasos sean no solo necesarios, sino obligatorios.

Para la 2025-26, la estructura salarial de los Warriors es asfixiante pero clarificadora. Con la renovación de Jonathan Kuminga (proyectada en un contrato multianual significativo) y la consolidación de Brandin Podziemski, el equipo tiene activos jóvenes valiosos, pero que quizás no encajan en la línea temporal de Curry.

El experimento de dos líneas temporales ha demostrado ser insostenible si el objetivo es el anillo. Kuminga, en particular, se perfila como la moneda de cambio principal. Su atletismo es élite, pero si su lectura de juego y tiro no han alcanzado el nivel All-Star, Golden State deberá empaquetarlo en un traspaso por una segunda espada consolidada.

La necesidad es táctica y física: los Warriors de 2025-26 necesitan tamaño y defensa perimetral de élite para proteger a un Curry más veterano, y un anotador secundario que no dependa del sistema para generar puntos en el clutch, más allá de un Jimmy Butler al que ya se le están notando los años..

En conclusión, mantener el status quo en la 25-26 sería un error administrativo. La plantilla, tal como se proyecta tras la 24-25, carece de la potencia de fuego para batir a los gigantes del Oeste. El General Manager Mike Dunleavy Jr. deberá ser agresivo, sacrificando probablemente a uno de los jóvenes intocables (Kuminga o Podziemski) y capital draft futuro para traer esa otra estrella o un par de veteranos de alto nivel. Sin movimientos drásticos, la temporada 2025-26 corre el riesgo de ser una gira de despedida nostálgica en lugar de una última carga por el título.

¿Están los Thunder en crisis?

La temporada 2025-26 de los Oklahoma City Thunder está siendo una de las más interesantes y sorprendentes de la NBA hasta ahora. Tras proclamarse campeones de la liga el año anterior, el equipo comenzó el curso con una marca espectacular: un inicio de 24-1, empatando uno de los mejores arranques de la historia en los primeros partidos. Ese rendimiento colocó a los Thunder como líderes claros de la Conferencia Oeste, con expectativas altas de repetir o incluso superar lo logrado la campaña anterior.

Sin embargo, en las últimas semanas el panorama ha cambiado en cierto grado. Oklahoma City ha perdido cuatro de sus últimos seis encuentros, y lo más llamativo es que tres de esas derrotas han sido frente a los San Antonio Spurs en un corto periodo de tiempo. Los Spurs, un equipo que había sido considerado menos competitivo al inicio de la temporada, han encontrado la fórmula para dominar a los Thunder: una defensa intensa, buena ejecución ofensiva y una rotación equilibrada que ha complicado la vida al campeón defensor en sus duelos directos.

El más reciente resultado se dio en el Día de Navidad, cuando San Antonio venció a Oklahoma City 117-102 en el Paycom Center, marcando la tercera victoria consecutiva sobre los Thunder en apenas dos semanas. En ese partido, De’Aaron Fox lideró a los Spurs con 29 puntos, mientras que Victor Wembanyama aportó 19 puntos y 11 rebotes desde el banco, dejando en evidencia lo bien que el equipo tejano ha ajustado su juego contra Oklahoma City.

Desde el lado de los Thunder, Shai Gilgeous-Alexander ha seguido siendo el principal referente ofensivo, aunque en estos tres duelos contra San Antonio su rendimiento ha sido inferior a su nivel habitual, reflejando problemas de eficiencia al lanzar y dificultades para generar ventajas consistentes. Además, otros jugadores clave como Jalen Williams, Chet Holmgren o Isaiah Hartenstein han tenido actuaciones menos dominantes de lo esperado en estos enfrentamientos, algo que ha acentuado la percepción de que Oklahoma City debe ajustar tácticamente su enfoque para volver a imponerse.

A pesar de esta racha de derrotas específicas, describir la situación como una crisis sería exagerado. Los Thunder siguen con un registro muy sólido (26-5) y conservan la primera posición en el Oeste. Lo que sí es evidente es que el equipo ha tenido problemas específicos de coincidencia de estilo con los Spurs, un rival que ha encontrado cómo contrarrestar las fortalezas de Oklahoma City en defensa y transición.

En resumen, OKC sigue siendo uno de los favoritos al título, pero estas tres derrotas seguidas ante San Antonio han servido como un recordatorio de que ningún equipo es invulnerable en una liga tan competitiva como la NBA. Para mantener su estatus y avanzar con confianza hacia los playoffs, los Thunder tendrán que ajustar estrategias y mejorar la consistencia en los duelos clave, especialmente contra equipos que alcanzan su máximo potencial en momentos críticos del calendario.

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