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Gales vs Inglaterra: un punto y un milagro en Qatar

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El fútbol mexicano ha sido la cuna de gloria y de desgracia para las aficiones. Normalmente, se celebra lo primero, lo alegre, pero es importante atender también a lo segundo. Hagamos un repaso por la historia de algunas entidades que desaparecieron del fútbol nacional ya sea por asuntos administrativos o deportivos.

El lector deber tener en cuenta que hay varias historias que no se han tenido en cuenta porque no hay espacio para todas. Esta lista pretende ser un repaso a algunas de las tragedias de clubes que, repletos de esperanza y ganas de mantenerse por muchos años en la élite, a veces con propuestas rompedoras, se quedaron en el camino tratando de hacerse un hueco en el balompié mexicano.

Colibríes de Morelos: un adiós no, un hasta pronto

En diciembre de 2002, la Federación Mexicana de Fútbol hizo público el anuncio de que el club Atlético Celaya llevaría a cabo una transformación trascendental en su identidad y ubicación, con el propósito de establecerse en el estado de Morelos bajo el nuevo nombre de Colibríes. Este cambio marcaría el comienzo de una nueva etapa en la historia del equipo.

Oficialmente, la historia de los Colibríes comenzó en el torneo Clausura 2003 de la Liga MX, donde tuvieron la oportunidad de competir en la máxima categoría del fútbol mexicano. Sin embargo, su paso en la Primera División fue efímero, ya que no lograron asegurar su permanencia en la liga y sufrieron el descenso al finalizar la temporada. Esta situación adversa los llevó a enfrentar un desafío aún mayor en su trayectoria.

Tras el descenso, los Colibríes quedaron desafiliados de la Liga MX, dejando atrás su corta pero significativa participación en la máxima competición del fútbol mexicano. A pesar de los obstáculos y el revés sufrido, el club dejó una huella en la memoria de los aficionados y en la historia del fútbol de Morelos. A partir de entonces, el camino de los Colibríes tomaría nuevos rumbos y desafíos en busca de recuperar su posición.

Ángeles de Puebla: la transformación

La historia del Club de Fútbol Ángeles de Puebla se remonta a la emocionante campaña 1984-85, cuando adquirieron la franquicia del Club Oaxtepec y nació un nuevo equipo. Bajo la dirección de Ricardo La Volpe, el conjunto emprendió su aventura en la máxima categoría del fútbol mexicano. Aunque enfrentaron retos y desafíos, lograron destacarse en algunas temporadas.

Tras algunos años de participación en la liga, el Club de Fútbol Ángeles de Puebla decidió tomar un nuevo rumbo en 1988. En busca de nuevos horizontes y oportunidades, el equipo se trasladó a la ciudad de Torreón para convertirse en Santos Laguna. Este cambio de sede y denominación marcaría un hito en la historia del club y abriría un capítulo completamente distinto en su trayectoria.

A partir de su transformación en Santos Laguna, el equipo se embarcaría en una nueva etapa llena de desafíos y metas por alcanzar. Si bien dejaron atrás su paso como Club de Fútbol Ángeles de Puebla, el legado y los recuerdos de aquellos años perdurarían en la memoria de los seguidores. El traslado a Torreón y la adopción del nombre Santos Laguna representaron una oportunidad para el club de consolidarse.

Atlético Español: de la ilusión a la venta

En 1971, un grupo de emprendedores de origen ibérico adquirieron al Club Necaxa con la visión de fundar una nueva institución: el Atlético Español. Este equipo se estableció en la Primera División del fútbol mexicano y durante once años dejó una marca indeleble en la competición. Durante su existencia, el Atlético Español logró destacar en diversas temporadas.

Aunque el Atlético Español obtuvo importantes logros deportivos, no pudo igualar la popularidad y el fervor de otros clubes icónicos de la capital. A pesar de sus esfuerzos por consolidarse como una institución relevante en el panorama futbolístico, sus dueños tomaron la decisión de vender el equipo en 1982. Este cambio de manos significó el fin de una etapa para el Atlético Español.

Su historia dejó una huella imborrable en el fútbol mexicano, representando un capítulo único en el devenir del deporte. A pesar de no alcanzar la popularidad masiva de otros clubes de la época, su trayectoria en la Primera División y su subcampeonato en la temporada 1973-1974 son testigos de su capacidad y competitividad en el terreno de juego.

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